Por @crisangoz
La actual contingencia ocasionada por el covid19 o coronavirus está generando un sinnúmero de escenarios jamás imaginados, por lo que nadie estaba preparado para afrontar una crisis como la actual y quizás muchos de los actores del Oriente Antioqueño que lean estas líneas, podrán decir que es muy fácil opinar, pero cada uno desde su tribuna debe hacer función, unos en la ejecución y otros en la opinión.
Si bien los mandatarios de orientales de buena fe están dando lo mejor de sí, quizás ellos o quizás sus equipos de comunicaciones los han convertido en alcaldes toderos, no solo están cumpliendo con su labor de administrar, para la cual fueron elegidos y la cual es su principal función constitucional, pero en los últimos días su gestiones se han convertido más que en un suceso, al parecer en una moda; a lo largo y ancho de los 23 municipios de la zona del Oriente Antioqueño, parece que hubieran creado una plantilla con manual de instrucciones en la que si hacen una alocución, paran como maniquís a su consejo de gobierno o autoridades que solo cumplen papel decorativo, si es moda, está bien, si es norma, me gustaría conocerla y si es como efecto comunicacional, el protagonista pierde fuerza, protagonismo y a la vez distraen del mensaje que se quiera dar.
Se toman la foto revisando los papeles de conductores, la cual no es su función, se dedicaron a posar con el bulto al hombro, otra función que no es suya, realizan conciertos o serenatas en planchones la cual no es su función, cierran vías a su antojo y como si fuera poco, al parecer crearon un nuevo indicador sobre el número de comparendos impuesto por violar la cuarentena, muestras claras de medidas represivas y no de liderazgo. Al líder se sigue, pero no por la fuerza.
Otra de los detalles que hemos visto en las diferentes administraciones es el exceso de información y un afán desmedido de ser los primeros.
Los grupos de periodistas se han convertido en verdaderos dolores de cabeza, envían un comunicado y a los 5 minutos, dicen que hay correcciones, que ese no es y que por favor esperen para publicarlo, no se escapa ningún grupo, ha ocurrido hasta en los de los municipios más pequeños. También ocurre que envían información a cualquier hora del día o la noche, comparten cuanta actividad se realiza y cuanto se les ocurre, para darles un ejemplo, un periodistas que este en un mínimo de 10 grupos, y en cada grupo hay un mínimo de 5 mensajes diarios, estamos hablando de 40 mensajes, claro esta lógica no se cumple, hemos contabilizado grupos donde en un día han enviado más de 10 mensajes, este exceso de información lo único que genera es que se silencie y la información pierda importancia.
Para culminar, si bien estamos en una crisis, esta es un momento clave para planear, para realizar los ajustes al plan de desarrollo, el cual, no debe, sino que tiene que ser replanteado, tanto por las circunstancias, como por el presupuesto; es evidente que muchos municipios de Antioquia y del país ya se consumieron su presupuesto 2020, lo que ocasionará que muy seguramente se incumpla la Ley 617 con sus consecuencias y sanciones.
La comunicación en tiempos de crisis debe ser asertiva y la gobernabilidad no puede ser solo percepción.
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