Por @crisangoz
Apropósito de las dudas sobre el no patrocinio de la alcaldía de Rionegro para el festival Rock al Rio, les cuento mi gusto por el Punk ahora que mí grupo preferido de este género está ajustando su onomástico número 40.
Corría el año 89 o 90, no recuerdo exactamente cual, en esa época un puberto cuya mayor osadía era irse con amigos a nadar a la Pereira o a la represa de El Porvenir en Rionegro; aún teníamos ruralidad.
El naciente movimiento Punk Medallo y la bulla que generó la película de Víctor Gaviria Rodrigo D No Futuro ayudó a popularizar este género de protesta social y rechazo al sistema. En un casette regrabado quien sabe cuántas veces y un disco de 45 rpm escuche la estridentes letras de LPR (La Polla Records), un vocal con nombre raro para nosotros, Evaristo Páramos, una voz gruesa y ronca, inconfundible, llegaba para marcar una adolescencia rebelde, una serie de cambios físicos y psicológicos que acompaña a todo joven, se mezclaban con los cambios propios de una comarca que pasaba a competir por ser ciudad, la vida tranquila de la infancia y lo que era común, se empezó a perder, ejemplo podíamos jugar en las calles, cuando ir a San Antonio era paseo de olla y cuando muchas de las actuales construcciones de ciudad eran potreros en los que jugábamos fútbol, pues las canchas públicas y adecuadas eran contadas.
Mientras el pueblo cambiaba, la música y las letras rebeldes de la polla se cimentaban en mi interior, marcando un pensamiento crítico y social, a quienes nos gustaba esa música, no teníamos un sitio propio donde escucharlo, ni mucho menos donde conseguir la música, esta era escasa, no teníamos Youtube como hoy que todo está a un clic de distancia, en esa época nos tocaba encargarlo en vinilo con anticipo para asegurar la compra con alguno de los pocos personajes que comercializan es música underground que no sonaba en emisoras comerciales; intercambiarlo con amigos o esperar a que algún familiar saliera del país para encargarlo.
En esa época tatuadores muy pocos, tatuajes mínimos y eran muy costosos y también mal vistos, sin embargo con todo esto éramos una generación feliz, que gracias al Punk y a lo que decía la sociedad de la época, sobrevivimos a la época del narcotráfico y limpiezas social, las drogas llegaron con los jóvenes que llegaron exiliados de Medellín, muchos padres buscaron como residencia el Oriente para que salvaguardar la vida de sus hijos adolescentes.
Todo lo anterior, lo cuento para ver la importancia que tiene el rock en la sociedad, la importancia que el recurso público patrocine toda las manifestaciones de cultura, no solo el fútbol y para celebrar el 40 aniversario de LPR, muy subjetivo por cierto, pero La Polla es el mejor grupo de punk-rock en español, siempre me he declarado pollero.
Adenda: Sé que varios de los pocos que lean estas líneas no conocen o han escuchado este grupo les comparto enlace para que degusten sus letras y tonadas
https://www.youtube.com/channel/UCuDpvYjhRu8Tabg1c_DxuXw/videos
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